macho

Eres el macho que devora mi yo hembra,

 mi yo sueño, magia , mi yo ángel,

  

Devora y vomita

y esparces los restos para tu “yo buitre” que se queja de la mala calidad del producto, 

devoras y vomitas y me culpas de no saciar tu hambre.

Eres el dueño del rictus de odio que, según tú,  dejó tu madre al criarte. El rictus que tu público complaciente pocas veces ve.

Eres el lobo que evidencia que los lobos existen. 

Aniquilador de inocencia a la que me aferro para flotar y salvarme en este sainete que tanto desprecias.

Eres un mentiroso.

 Eres el brillante espejo  que seduce y deforma  mi  belleza con retorcidos juegos de poder y dependencia. 

Con mi consentimiento.

 El espejo que muestra mi borde con sangre de mi vientre. Sin mi aprobación. mientras me retuerzo gritando, no seas así, no seas así, no seas así.

Maestro de ceremonias. Débil que me desprecia por débil.

El vigilante que custodia y alimenta a la fea, la vieja, la triste, la perversa.

Eres el ángel  salvador que me empuja  hasta el fondo de este pozo sin agua y sin aire, donde sólo estoy yo.

Yo. Yo. agarrada a las piedras  que  susurran  libre..., YO, sola. sabiendo que soy la víctima que he elegido ser.  deleitándome con el dolor que no puedo soportar. Enferma de amor y de esperanza. Enferma de amor.